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La crítica televisiva estadounidense Kathryn VanArendonk lamentaba el año pasado en Vulture la desaparición de la televisión veraniega como concepto por culpa de las plataformas y la progresiva evaporación de las temporadas. De esta forma, decía la experta, la televisión perdía su función como organizadora del año vital de la sociedad. Ya había quedado atrás aquella programación veraniega compuesta por concursos tontos con caídas, espacios en los que las cadenas no tenían mucha fe y eventos de corta duración.
En España, en los últimos años, en los canales en abierto el verano había sido el momento de las series internacionales, que no encontraban hueco entre las propuestas nacionales el resto del curso, y de programas enlatados (grabados, sobre todo, por la costa española) sin mucho recorrido, ni siquiera en el estío. Pero este año el verano televisivo ha vuelto. Entre los motivos se puede apuntar las respectivas crisis que atraviesan dos de las principales cadenas de cobertura nacional, Telecinco y La 1, que buscan cómo recuperar el público perdido en los últimos meses e incluso años.
La programación veraniega ha regresado a España, pero ¿lo ha hecho con mayor o menor fortuna? Los canales tienen motivos de peso para alterar la parrilla en verano: el calor, las vacaciones y, en general, los cambios de hábitos del espectador hacen que lograr su atención sea mucho más complicado. Pero también puede ser el momento de pillar a la competencia con la guardia baja y dar el campanazo. Aprovechamos que ya se han estrenado todas las propuestas que los tres principales canales tenían guardadas para las noches del verano y hacemos un repaso al rendimiento que han logrado.
La 1, a por el público familiar
La principal cadena de TVE ha apostado fuerte este verano por el entretenimiento familiar en el prime time. El estreno estrella, no solo de la televisión pública, también de todo el verano, ha sido el regreso del Grand Prix, que ha demostrado que las ganas que había en internet de su vuelta no eran mero postureo, sino que se ha traducido en unos datos de audiencia que La 1 hacía mucho tiempo que no veía y muy complicados de lograr en la televisión en general hoy en día. Fue el estreno más visto del año (2.572.000 espectadores y 26,1% de cuota) y la excelente acogida tuvo continuidad en una segunda entrega que perdió pocos espectadores (2.251.000 y 24,9%). El programa de Ramón García ha conseguido convertir su emisión los lunes en un todo un evento, justo lo que buscan con ahínco las teles en abierto.
Otra de las novedades de La 1, en la noche de los miércoles, ha sido el concurso El puente de las mentiras, con Paula Vázquez como presentadora y cuatro famosos que tienen que avanzar por las casillas del suelo pisando solo respuestas correctas. Su debut despertó un interés discreto, con casi un millón de espectadores y un 10,1% de cuota, que ha bajado al 9,2% esta semana.
Más público ha captado en los jueves José Mota Live Show, un falso directo con sketches e invitados. Empezó con buen pie (1.229.000 y 12,5%), y bajó algo en su tercera noche (918.000 y 9,9%), pero sigue teniendo datos aceptables: rozar el millón de televidentes en verano no está nada mal. Lo acompaña un remozado Vamos a llevarnos bien, ahora con Lorena Castell, que se estrenó con un 8,7% de cuota en la madrugada. Y terminamos el repaso a la primera cadena de la televisión pública con la vuelta de Lazos de sangre, otro clásico del verano, esta vez con Jordi González como presentador y que en sus cuatro emisiones hasta la fecha ronda el 9%, con la noche dedicada a Mecano como la más exitosa.
Antena 3, la más conservadora
Es la cadena que menos ha apostado por cambios en el prime time y menos producción propia tiene en esa franja este verano. También es la cadena líder, la que menos cambios necesita y a la que mejor le funciona el día entero en audiencias (La ruleta de la suerte y Pasapalabra son éxitos asegurados pase lo que pase). Su único estreno reseñable ha sido Password, concurso que viene de Cuatro y que ahora presenta Cristina Pedroche. Su debut en los viernes se saldó con buenos datos: 1.184.000 espectadores y 12,7% de cuota. Esta semana repitió liderazgo (1.008.000, 11,5%).
Por lo demás, mucha ficción en sus noches. A Hermanos, Secretos de familia y el cine, se sumaron los nuevos capítulos de ACI, con datos pobres (la semana pasada se quedó en 727.000 espectadores y 8,3%), y el estreno de Violeta como el mar, serie italiana con el turco Can Yaman como principal reclamo, que se estrenó con triple emisión que promedió un 11,2% y 717.000 espectadores (el primer episodio tuvo casi un millón pero el tercero, aunque subió de cuota, cayó por debajo del medio millón). Esta semana ha emitido dos episodios, con un 9,4% de cuota de media.
Telecinco, hemos venido a jugar
No se puede decir que Telecinco no lo esté intentando. Otra cosa es que lo esté haciendo con acierto. El principal canal de Mediaset está en plena reestructuración de su parrilla, y eso ya ha tenido su reflejo en el verano. Si nos centramos solo en las noches, seis de los siete días de la semana tienen programas de estreno de producción nacional. El pasado lunes debutó la serie Días mejores, con datos pobres en un día especialmente difícil (dos capítulos con 705.000 y 619.000 espectadores respectivamente). El martes es el turno de Me resbala, otro de esos espacios de golpes y humor con espíritu veraniego, heredado esta vez de Antena 3, y que ha ido bajando hasta situarse por debajo del 8% de cuota.
Con ¡Vaya vacaciones! ha intentado mantener el tirón de los realities, pero no ha tenido el éxito esperado. El programa, en el que parejas de personajes más o menos conocidos pasan penalidades en un resort, comenzó con poco más de un millón de seguidores y ahora se mantiene por encima de los 700.000 y sin alcanzar el doble dígito en la cuota de pantalla. Tampoco tuvo buena acogida el estreno de La última noche, el relevo de Sálvame Deluxe en las noches de los viernes, que se quedó en un 8% de cuota en su arranque y se hundió hasta el 5,6% (385.000 espectadores) en su última emisión hasta el momento, siendo cuarta opción en su franja por detrás de Antena 3, Cuatro y La Sexta.
En los fines de semana también ha estrenado Telecinco propuestas de producción propia. La vida sin filtros, de Cristina Tárrega, es la apuesta de los sábados, donde se ha encontrado con rivales muy fuertes en el comienzo de su andadura. Su estreno fue seguido por 844.000 espectadores (10%) y en su segunda noche se enfrentó a la final de La Voz Kids, que le dejó poco más de 600.000 espectadores. En sus últimas emisiones solo ha superado el 8% de cuota. Mejor le ha ido al regreso de ¡Allá tú!, emitido los domingos, que sí logra mantenerse por encima de los dos dígitos y del millón de espectadores y apenas ha perdido seguidores desde su estreno.
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