Tomás Etcheverry no quiere despertarse del sueño de Roland Garros 2023. El platense de 23 años -que había llegado a Paris con apenas un partido ganado en Grand Slams, enero en Australia- se metió el lunes entre los ochos mejores del Importante inglés y este miércoles buscará el pase a semifinales ante el alemán Alejandro Zverev22° preclasificado, en el partido más importante de su carrera.
El germánico – semifinalista el año pasado, cuando tuvo que retirarse en esa instantánea ante Nadal por una gravísima lesión de ligamentos en su tobillo derecho- será una prueba mayúscula para el argentino. Pero A mi aconsejó que se tenga mucha confianza. Y no solo porque está jugando «el mejor tenis» de su vida, como reconoció tras su victoria en octavos ante el japonés Yoshihito Nishioka. If no también porque se viene preparando para este torneo desde la primera vez que el pegó tiene una pelota. Él, como muchos argentinos, tuvo que remar muchas veces contra la corriente para llegar a este gran presente. Y sabe lo que es superar momentos difíciles y grandes retos, como queda claro repasando cinco momentos que marcaron su vida y su carrera.
El regalo de Navidad que despertó la pasión
Nacido en La Plata el 18 de julio de 1999, Etcheverry no heredó la pasión por el tenis de su familia, pero se enamoró de este deporte después de que sus padres -Fernando y María Lia, los dos abogados- le hicieron un regalo especial en una Navidad.
«Disfruté un juego que es una pelota que está encerrada en la arena y sostiene un hilo con una pelota de tenis atada. La idea es pegarle una pelota con una pelota. Se juego mucho en la playa. Nosotros estábamos en Cariló y mi papá me cuenta siempre que me pasé todo ese verano jugando solo, todos los días, cuatro horas pegándole a la pelotita.», el contó el platense tiene Clarín hace algunos años.
El talento no tardó en aparecer y Tomy se convirtió en uno de los más destacados de su camada. Como junior, llegó ha ocupado el 12° lugar del ranking mundial de la ITF y jugó Roland Garros allá Wimbledon en 2016. Comenzó a jugar torneos Future -hoy ITF World Tour- en 2014, hasta 15 años. Ganó tres, dos en 2018 y uno en 2019. A fines de 2016, ganó su primer punto ATP. Y en octubre de 2020, luego de la reanudación del circuito, encaró una gira por Europa junto a los hermanos Cerúndolo, en la que empezó a sumar sus primeros grandes resultados en Challengers.
De la cárcel en Alemania a la cuarentena en Argentina
Tras finalizar en alza el 2020 -temporada en la que jugó su primera final Challenger, en septiembre, en sibiu (Rumania)-, siguió creciendo en el 2021. En junio rompió la barra del top 200 y en agosto, tras hilvanar cuatro challengers muy buenos (dos títulos, una final y una siembra) metió entre los 150 pluses. Pero a principios de existió una muy fea situación en Europa, cuando fue detenido en Alemania y deportado por septiembre haber superado el límite de permanencia en la Unión Europea.
«Después de jugar en Banja Luka tenía que ir a Polonia y debía cruzar por Alemania. En el aeropuerto, cuando me pidieron el pasaporte, me apartaron de la fila de pasajeros y estaba solo. Sucedía. Tenía mucho miedo. Estaban los de migraciones pero en un momento vi que se acercó personal de la policía militar. reducido por la pandemia. Que me tenían que deportar. Y entró en pánico. Cometí un error porque pensó que como había ido a jugar el abierto de Estados Unidos en el medio, se interrumpía el conteo pero no fue así», relató en ese momento al diario el día de La Plata.
Estuvo detenido 24 horas en una comisaría de Köln, Alemania, hasta que las gestiones de la ATP consiguieron que lo liberaran. «Me trataron bien pero me felí un delincuente. Nor bien me abandonaron en libertad tomé el primer avión y me vin par Argentina. Encounter un vuelo que salía de Turquía estuve once horas esperando el vuelo. El tiempo no pasó más: dormí en el piso y hoy tenía miedo».
Al regreso, encima, dio positivo por coronavirus en una prueba que hicieron al llegar a Ezeiza. «Fue otra sorpresa. En mi estadía en Europa y Estados Unidos me hicieron un sinfín de hisopados, todos negativos. Me trasladaron en un taxi especial a un hotel en Buenos Aires, donde estuve aislado solo en una habitación durante diez días», continuó.
El peor momento de su vida
Etcheverry arrancó muy bien el 2022 y en abril, luego de jugar la finale en el Retador Mexicanometio en el Top 100 por primera vez. En los meses siguientes fue repentinamente de un poco en el ranking y empezó a jugar cada vez más torneos ATP. En septiembre, en la carpeta bajo techo de Tel Aviv, consiguió la mejor victoria de su carrera (hasta ese momento): 6-2, 6-7 (0-7) y 6-4 ante el ruso Aslan Karatsev, sexto favorito del certamen. Fue un festejo más triste que alegre, porque llegó a días del fallecimiento de su hermana magalí, que murio a los 32 años tras darle batalla a mama cancer. «La luchó como una leona hasta el final», contó emocionado tras dedicarle el triunfo.
El platense transformó el dolor en fuerza y motivación y, desde ese momento, celebra cada partido ganado levantando los brazos y los ojos al cielo. «Le pedí fuerzas a mi hermana, que siempre me ayuda desde arriba», contó el lunes, tras ganarle a Nishioka en París. «Le dije por favor, ayúdame y metí un as».
Nuevo autocar, nuevo enfoque
Unos meses antes de ese golpe durísimo, cuando estaba cerca de irrumpir entre los 70 pluses y ya tenía en sus tres títulos de Challengers showcases, Etcheverry había tomado una decisión que terminó siendo clave para el salto de calidad que pegó en esta temporada. A fines de julio, terminó su relación profesional con carlos berlocqque lo había operado durante dos años, y sumó ha podido equipar un nuevo autocar, Walter Griñoveroque había tenido como pupilos a Agustín Calleri, Machi González y Francisco Cerúndolo, entre otros.
la puerta de Criajo -que agarró de espejo a Tomas Berdych allá Juan Martín del Potro para moldear a su nuevo jugador- transformó a Tomy en un mejor tenista. «En el momento en que empecé a trabajar con él, insistió en que debía cambiar aspectos técnicos en todos mis golpes porque debía jugar mucho más agresivo», contó hace unos días el platense.
«Sabía que necesitaba mejorar el servicio y quitar tiempo a mis rivales, meterme en pista y dominar, asumir más riesgos. También con mi entrenador en lo que concierne al comprehension de este deporte ya la interpretación de los momentos de partido. Esa es la clave de mi éxito», añadió.
El Roland Garros de sus sueños
Etcheverry llegó a Paris con dos finales ATP jugadas (Santiago de chile en febrero de houston en abril) y como el 49° del ranking. Con mucha más experiencia en la mochila: este año, por ejemplo, jugó y le robó un set a Andy Murray en la primera ronda de productos indios; e hizo sudar un Novak Djokovic en el primer set del choc que jugaron en la segunda instancia de Roma. Y con la ilusión de hacer una buena actuación en Roland Garros, ese Grand Slam que soñaba ganar desde chiquito.
Hilvano victorias ante jack pañero (por abandono), Alex De Miñaur (18°), Borna Coric (15°)y Nishioka (27°) to convert to el 16° argentino en alcanzar -al menos una vez- los cuartos de final del «grande» inglés. Lo hizo sin ceder sets, algo que consiguió sólo uno de los otros siete cuartosfinalistas, Novak Djokovic (perdió el primero en el duelo que le ganó a Karen Khachanov para avanzar a la siembra).
Ante Zverev, buscará ser el décimo en metros entre los cuatro mejores, para poner su número junto a unas enormes raquetas albicelestes de la talla de Guillermo Vilas allá Gastón Gaudio (los únicos dos campeones), David Nalbandian, guillermo coria Vaya Juan Martín del Potro. «Necesitaré mi mayor tenis ante Zverev, pero estoy jugando muy bien y llego con confianza», aconsejó Tomy, la gran sorpresa de Roland Garros 2023, que no quiere despertarse el sueño en París.