El documental “de parte” del crimen de la Guardia Urbana que indigna a sus participantes | Televisión

El documental “de parte” del crimen de la Guardia Urbana que indigna a sus participantes | Televisión

El sonado crimen de la Guardia Urbana, que supuso un terremoto en el mundo de la policía local de Barcelona, sigue trayendo cola. Además de la serie de ficción El Cuerpo en llamas, Netflix ha estrenado a la vez un documental sobre el asesinato de Pedro Rodríguez a manos de su expareja, Rosa Peral, junto a su amante, Albert López. Las cintas de Rosa Peral da voz a la condenada en firme, que asegura que ha sido víctima de una sociedad machista que la ha juzgado más por su comportamiento sexual que por las pruebas sólidas en su contra. Y contrapone su versión a lo que cuentan periodistas, abogados y el fiscal del caso. Cuatro de las otras seis personas entrevistadas además de Peral, de su padre y de su abogada se sienten engañadas por la productora Brutal Media, y aseguran que les escondieron el objetivo real de la película documental: blanquear a la condenada. Netflix ha declinado pronunciarse sobre la polémica. El guionista principal defiende el trabajo hecho: “Es un resumen objetivo de lo que se trató en las entrevistas”.

La promoción de Netflix Las cintas de Rosa Peral deja claro de qué trata: “En esta película documental, Rosa Peral concede su primera entrevista en la cárcel”. “Es el documental definitivo en el que Rosa rompe su silencio desde la cárcel para hablarnos sobre el crimen de la Guardia Urbana”, añade a través de Twitter la productora, Brutal Media. Uno de los participantes, el periodista Toni Muñoz, autor del libro sobre el caso Solo tú me tendrás (Península), critica: “Es una burda manipulación de la realidad”, en la que “han seleccionado fragmentos descontextualizados del juicio para sembrar dudas sobre su culpabilidad diciendo que no hay pruebas”.

El periodista descubrió pocas semanas antes del estreno que el documental no era el trabajo neutral sobre el caso que le habían asegurado, sino “la versión de Peral”. “Es muy poco serio que se me invite a participar en un documental donde me dicen que será como Crims [el programa de TV3 que ya trató el caso] y hasta me digan un título falso”, se queja. Su sorpresa se sumó a la de otros entrevistados. Uno de los más relevantes es el fiscal, Félix Martín. “Pregunté quienes participaban y me ocultaron que lo hacía Rosa Peral”, cuenta Martín. “La primera vez que me lo propusieron, me negué. Les dije que ya había participado en un documental. Pero me convencieron, diciendo que era muy necesario explicar la forma de trabajar del fiscal”, recuerda. Su voz es uno de los hilos conductores de la película: la acusación pública que supuso la condena a 25 años de cárcel para Peral. Ella y el fiscal protagonizan en pantalla una especie de careo en diferido. “No comparto en modo alguno que en el montaje se contraponga la versión de la Fiscalía con la de una persona condenada en firme”, lamenta Martín.

Quim Gutiérrez y Úrsula Corberó en un momento de ‘El cuerpo en llamas’.Foto: Netflix | Vídeo: Netflix

“Nos tendieron una pequeña trampa”, abunda Juan Carlos Zayas, el abogado que representa a la familia de la víctima, Pedro Rodríguez. Afirma que a él, como al periodista Toni Muñoz, le explicaron que sería un programa “parecido a Crims”, que dedicó cuatro capítulos al sonado asesinato, donde no entrevistan a ninguno de los dos condenados. Y como el fiscal Martín, Zayas declinó. Pero explica que tras la insistencia de la productora, que le aseguró que participaban el resto de sus compañeros, al final dijo que sí. “No sabía que detrás de todo estaba la mano de Rosa Peral blanqueando su imagen”, lamenta. En el documental no sale ni Albert López, el otro condenado por el asesinato, ni su abogado.

La veterana periodista de sucesos Mayka Navarro también considera que hubo un engaño para conseguir su participación en la película. “Nunca nos quisieron decir la plataforma. Todo con mucho secretismo, pero nos aseguraron que éramos imprescindibles”, recuerda, sobre cómo les convencieron para formar parte de la historia. “De cuatro horas de entrevista solo han utilizado lo que les cuadraba con su tesis de que confabulamos en la imagen perversa que se dio de Rosa”, lamenta. El periodista Carlos Quílez es el único informador entrevistado conforme con su participación en Las cintas de Rosa Peral. Reconoce que él sí sabía que habían visitado a Peral a prisión, pero nada más. “Para mí fue una sorpresa ver y escuchar a Rosa Peral en el documental. Pero que participase o no, no me afectó en absoluto para decir lo que pienso del caso”, argumenta el periodista.

“No les dije quiénes eran todos los participantes”, admite Carlos Agulló, el guionista principal de Las cintas de Rosa Peral, que detalla que en este tipo de trabajos se firma una cláusula de confidencialidad por la que no pueden contar ningún detalle. “No se lo dijimos a nadie”, subraya. Pero insiste en que “no ha habido manipulación a la hora de tratar las preguntas y las respuestas”. “Es la visión que nos dan ellos”, defiende. “Cuando entras a participar en un documental en un caso como este, cada uno sabe a lo que se expone”, opina.

“Jugaron astutamente a vendernos la moto de que era una cosa neutral. Y tan neutral no es”, se queja el letrado Juan Carlos Zayas, que concede que de haber sabido que entrevistaban a Peral, él no hubiese formado parte. “Como la conozco, hubiese dicho que no”, apunta. Y recuerda que su posición como letrado de los allegados de la víctima es especialmente delicada: “Lo único que me puede molestar es que la familia de Pedro pueda llegar a pensar que me he prestado a eso. Pero ya se lo he explicado”. “Estoy un poco molesto, aun entendiéndolo”, resume Zayas, que hubiese agradecido que le contasen “que algo de blanqueo había”.

“¿Debimos ser más precavidos? ¿Más desconfiados? Es posible”, reflexiona Navarro, que no está satisfecha del resultado en pantalla de una entrevista de cuatro horas. “Las personas en Cataluña que han visto Crims y han leído el libro de Toni Muñoz, tienen una idea clara de lo que pasó. Para la gente que llega de cero a esa historia, el documental la tergiversa completamente”, considera. Muñoz es tajante: “Hubiese participado en un documental neutral, periodístico, pero no en uno de parte. Soy periodista, me ciño a contar datos o hechos objetivos. Pero me ponen un bando, cuando mi único bando es el de la verdad”.

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By Palmar

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