Al repasar los listados de los gadgets más vendidos en las principales plataformas online o durante las épocas del año más dadas a los regalos y descuentos (Navidad, Black Friday…), suelen repetirse básicamente los mismos productos: tablets, robots aspiradores, altavoces inteligentes, freidoras de aire, teléfonos móviles… Por mi trabajo como periodista tecnológica he tenido la oportunidad de probar las principales novedades de todos estos tipos de productos y, mientras algunos han pasado a ser indispensables en mi día a día, con otros he ido perdiendo el interés o no les he encontrado una utilidad relevante. Estos son los más destacados de uno y otro tipo bando (y los motivos por los que los uso o no).
Mis imprescindibles:
Smartwatch: no sin mi móvil
Para mí es el complemento indispensable del smartphone: sirve para estar al tanto de llamadas y mensajes sin necesidad de tener el móvil a mano todo el tiempo, pero también me anima a levantarme de la silla y andar, hacer algo de deporte y me ayuda a saber cuánto duermo cada noche. En las épocas en las que no he utilizado ninguno siempre lo he echado muchísimo de menos. Y lo mejor es que no es necesario hacer un gran desembolso para tener uno con prestaciones interesantes.
Aspirador escoba + robot: limpieza total
Es la combinación perfecta para mantener los suelos de casa impolutos (y además reducir el polvo de los muebles). Así, mientras un buen aspirador escoba me permite realizar una limpieza en profundidad a la semana y recoger migas o algún resto de suciedad puntual, programo el robot aspirador en días alternos en toda la casa y todos los días en la cocina y el recibidor; las dos zonas que más se ensucian.
En un aspirador escoba valoro especialmente que tenga suficiente potencia; quizá en casa parezca que no hay grandes diferencias entre los distintos modelos, pero si además se quiere utilizar también para el coche, es fácil encontrarse con que algunos no son capaces de recoger bien toda la tierra de las alfombrillas. En el caso de los robots aspiradores, para mí la prioridad es que tengan un buen sistema de navegación que haga que se desplacen por la casa siguiendo la ruta más eficiente y sensores capaces de detectar los objetos para evitarlos. Eso, y que vengan con una estación de vaciado automático que haga que te olvides de vaciar su depósito.
Amasadora: repostería y más
Muy popular entre los aficionados a la repostería, quizá no es uno de los accesorios más habituales en la cocina. Específicamente diseñada para amasar, pero también ideal para montar o mezclar, con ella las masas y elaboraciones salen muy esponjosas. Y hay algunas que también pican carne, cortan pasta casera…
Altavoz inteligente: a un comando de distancia
Quizá no le pida que busque datos aleatorios en internet o le haga consultas sobre personajes o eventos de forma esporádica, pero resulta muy cómodo preguntar sobre el tiempo o el tráfico que hay en una ruta concreta y que te responda al instante, tener tu música favorita a un comando de voz de distancia o ir preparando la lista de la compra sobre la marcha para que no se olvide nada. Que tenga pantalla es un buen complemento, pero no es indispensable.
eReader: biblioteca en la palma de la mano
Todos aquellos que estamos acostumbrados a los trayectos largos en transporte público para ir al trabajo hemos vivido la incomodidad que supone llevar un libro físico en estos desplazamientos, sobre todo si es de tapa dura o tiene muchas páginas. El eReader se convirtió en un indispensable para mí en esa situación por su comodidad, y hoy en día, que me he pasado al teletrabajo, sigo leyendo más en este soporte que en papel. Personalmente me gustan los modelos con botones físicos para cambiar de página, y le doy especial importancia a que tenga un buen sistema de iluminación de la pantalla que se regule automáticamente, así como que ofrezca la posibilidad de intercambiar el color de fondo y letras.
Los prescindibles
Tablets: demasiado coste para lo que ofrece
Cada vez se venden menos y la verdad que, excepto en momentos puntuales, un móvil con pantalla grande puede sustituirlos. Eso, y que los que realmente ofrecen un rendimiento equiparable al de un ordenador portátil (con una pantalla mucho más pequeña) tienen un coste elevado, hace que no resulten interesantes para muchos usuarios.
Freidora de aire: no es fácil conseguir buenos resultados
¿Quién no conoce a algún enamorado de las freidoras sin aceite? Lamentablemente, no son para todo el mundo. Y es que no es tan fácil conseguir que los alimentos queden bien en ellas. En realidad son como mini hornos de aire, con el hándicap de que por su tamaño compacto, los alimentos pueden quedar apelmazados y no cocinarse de forma homogénea. El consumo suele ser inferior, eso sí: las más pequeñas tienen unos 700 W y las más grandes rondan los 2.000 W, mientras los hornos eléctricos parten de los 2.000 W. Para una única persona pueden ser interesantes, pero yo he sido incapaz de cogerle el truco y que unas simples patatas ‘fritas’ salgan apetecibles.
Fire TV Stick o Chromecast: si tienes un Smart TV, no lo necesitas
Su principal función es la de reproducir en el televisor los principales servicios de streaming; algo que ya tienen incluso los modelos más económicos gracias a las plataformas Smart TV. Si viajas mucho sí puede ser interesante para acceder a ellos desde cualquier tele sin tener que introducir usuarios y contraseñas personales.
Depiladora láser doméstica: no suele ser láser
Aunque las promocionen como depiladoras para eliminar el vello de forma definitiva, como los tratamientos láser de los centros estéticos, la mayoría de estos dispositivos no emplean esta tecnología, sino luz pulsada intensa (IPL): ambos métodos de fotodepilación se dirigen a la melanina del folículo del pelo, pero en este caso la energía no se concentra tanto y, por lo tanto, no es tan efectiva. Tras unas sesiones se inhibe el crecimiento del vello, pero si deja de utilizarse periódicamente, vuelve a salir.
Proyector portátil: mejor la tele
Suena muy bien: conectas tu móvil y otros dispositivos móviles y puedes ver en pantalla grande todos los contenidos que desees; incluso jugar a la consola. Pero los proyectores de tamaño mini (y económicos) no son como los ‘grandes’: no siempre ofrecen la posibilidad de conectarse de forma inalámbrica y puede resultar difícil encontrar los cables adecuados y, además, sus posibilidades técnicas son limitadas. Así que de ellos -en general-, no se puede esperar una gran calidad de imagen ni de sonido, y tampoco proyectan en un tamaño tan espectacular. Se ve mucho mejor la tele, y sin tener que controlar la iluminación del entorno.
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